¿Qué es un amigo?
Aquél en quien confías, con
quien compartes tus alegrías y tus penas, quien seca tus lágrimas; el que te
escucha y te aconseja, el que no te juzga, el que valora tus esfuerzos, a quien
puedes acudir a cualquier hora del día; quien te conoce y acepta como eres,
quien cuenta contigo para la fiesta y para los problemas, aquel cuyo abrazo te
reconforta, el que sabe cuál es tu color preferido y tu número de la suerte;
con quien te podrías pasar horas y horas hablando sin aburrirte; es quien te apoya
en tus proyectos, y te ayuda a sacarlos adelante; quien ve tu problema como si
fuera suyo, quien lucha por conseguir tu sueño junto a ti; con tu amigo
dejarías a tu hijo con los ojos cerrados; con quien tirarse en el sofá a ver la
tele con una bolsa de golosinas se convierte en una tarde especial; es esa
persona con quien te muestras tal como eres, a quien te nace llamar cuando te
sientes solo… y un sinfín de cosas más…
El problema es cuando el tiempo separa los
caminos, y tus AMIGAS ya no forman parte de ese día a día. Siguen estando ahí;
al fin y al cabo son tu familia. Pero tú necesitas sentirlos, verlos,
abrazarlos. Entonces sucede que en tu nueva vida, en ese día a día donde ya no
están los que son tus verdaderos AMIGOS, te aferras a personas cual clavo
ardiendo, y te das a ellos al 100% creyendo que podrán sustituir o hacer las
funciones de aquéllos que ya forman parte de ti. Y una y otra vez te das de
bruces contra la pared, te decepcionas te desanimas. Pero sin saber muy bien
por qué, vuelves de nuevo a tropezar con la misma piedra. Y otra vez te
entregas, esta vez al 150%, y de nuevo caes en la cuenta de que no te responde
cuando tú le necesitas, o no ha contado contigo para algo, o no se pasan las
horas volando delante de unas gominolas.. Y otra vez lloras y te frustras
pensando por qué todo el mundo a tu alrededor tiene sus amigos y tú estás tan
sola. No entiendes qué es lo que haces mal, así que una y otra y otra vez te
pegas cabezazos contra el cristal.
Un buen día surge esta conversación con una de
tus nuevas amistades, y descubres que le ocurre lo mismo que a ti, y al otro
también… Y finalmente llegas a una
conclusión, que quizá no te termina de satisfacer pero te da cierta paz.
Resulta que eres muy exigente; que la amistad
no es lo que tú creías. Una de las personas más importantes en mi vida se ha cansado de
decirme que las amistades son pasajeras, que hay que disfrutarlas mientras
duran y no sufrir cuando se van. Y yo, erre que erre con que una verdadera
amistad es para toda la vida. Pues parece que él tenía razón. Al final, la conclusión es que hay
diferentes tipos de amigos: esos con los que disfrutas saliendo a bailar, pero
que quizá no sea la persona más indicada para hablar de tus problemas; aquellos
con los que puedes hablar de todo, pero con quien no puedes contar porque
siempre está liado; las que siempre que las llames para un problema estarán ahí
para ti, pero que no puedes esperar que cuenten contigo para una fiesta; incluso,
a lo mejor, alguno de aquellos que tu creías tu AMIGO, de estos de toda la
vida, te falla en aquello que tú Lo importante es que en su pequeña parcela
dentro de la amistad, te aporten algo, te ayuden a caminar, y a ser un poquito
más feliz. No es la AMISTAD con mayúsculas, pero aportan su granito de arena. Y
de éstos sí tengo unos cuantos. Algunos que me han dicho la frase oportuna en
el momento adecuado ( “no veas en esto aquello que te impide ciertas cosas;
míralo como aquello que te permite hacer alguna otra”), o buscan la forma de
decirte que les aportas muchas cosas buenas, o te llaman solo para ver cómo
estás, o te escriben un mensaje para decirte cosas lindas… Todos esos son ahora
mis amigos, los que me ayudan a seguir adelante, los que forman parte de mi
camino. He aprendido a no esperar lo que no me van a dar… Ya os digo, que no es
lo que me gustaría, pero sí es la realidad. Una vez asumida, te sientes más
liberada… Quizá, algún día, de uno de estos amigos, surja un gran AMIGO…
Y es que no vas a encontrar a alguien como
aquellos AMIGOS, porque aquellos no son tus amigos, son tus hermanos… y los
veas poco o mucho, haya encuentros o desencuentros, siempre serán tus HERMANOS.