"Lo que hace más importante a tu rosa es el tiempo que empleaste en ella" El principito.

sábado

Yo también soy mamá canguro

Somos papá y mamá canguro. Nos encanta portear a nuestro hijo.



Durante estos meses he aprendido de mucha gente maravillosa dispuesta a enseñarme y a ayudarme en esto de la maternidad y la crianza con apego. Me han explicado el por qué y el cómo usar los fulares, mei-tai, bandoleras, mochilas... Gracias Nohemi, Lis, Bárbara, Leticia. Gracias por descubrirme este maravilloso mundo y por seguir ahí ayudándome y enseñándome cada día.

Pero nadie se puede meter en tu piel, en tu alma, y explicar qué se siente al llevar a tu bebé pegadito a tu corazón.

Yo porteo porque es bueno para el desarrollo de las caderas y de la espalda de mi bebé, porque es bueno para su desarrollo psicomotor, porque le proporciona mayor flexibilidad, porque ayuda a estimular sus sentidos, porque es cómodo para mi, porque así no existen barreras arquitectónicas, porque me permite tener las manos libres para realizar otras tareas... sí porteo porque sé que es bueno para él y cómodo para mi... pero esas no son las verdaderas razones que yo tengo para usar mis fulares, bandoleras y mochila...

Lo hago simplemente porque me gusta; me encanta sentir su corazón, me gusta notar su calorcito; adoro oler su pelo, besarlo y achucharlo todo el tiempo. Me gusta hablarnos con la mirada, sonreirnos. Me encanta cogerle de las manitas (curiosamente es el único momento donde se deja coger las manos...); me gusta portear porque mi pequeño me acaricia la cara; me gusta poder explicarle el mundo desde mi misma altura; me gusta "no marcar las distancias"; mi niño tiene, así, un lugar donde refugiarse cuando la información que le llega es excesiva o no quiere ver más cosas en ese momento.

Me alucina cuando se acurruca y recuesta su cabecita sobre mi pecho; me gusta ver cómo si le duele la barriguita, estar entre mis brazos le calma, me encanta cómo juega con mi pelo; el fular ejerce una magia indescriptible sobre él cuando está llorando... es inmediato: se calma... me gusta también porque así nadie le molesta ni le despierta; es especial llevarlo así porque son momentos suyos y míos, y de nadie más... porque ahí somos sólo él y yo...;

 me encanta porque le canto al oído, le susurro, y bailo con él. Mi niño me ayuda a limpiar, a recoger, a lavar, a tender la ropa, y eso solo lo puede hacer si mami lo lleva en su portabebés; Soy mami canguro porque así mi bebé me acompaña en mis excursiones, y así ha podido ver cascadas, tocar las hojas de los árboles, descubrir paisajes nuevos. En su fular puede probar lo que mamá está comiendo, escuchar lo que mamá está diciendo, reír y llorar con mami...Porteo porque es una decisión sólo suya y mía; Porteo porque me encanta "acostumbrar" a mi hijo a los brazos.



Pero aún hay más razones... Me encantan los portabebés porque así papá ha podido sentir desde el primer día qué es tenerle cerca, se ha sentido unido a él; porteando han caminado, han jugado, han paseado, han bailado, han dormido juntos...



En definitiva, me encanta llevar a mi pequeño al alcance de mis besos, porque es ahí donde mejor puedo quererle y darle mimos.

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