"Lo que hace más importante a tu rosa es el tiempo que empleaste en ella" El principito.

martes

CUESTIÓN DE ACTITUD



Hay gente optimista y gente pesimista por naturaleza; algunos son quejicas, otros conformistas; los hay que a todo ofrecen su mejor sonrisa, otros buscan siempre la aprobación de los demás; hay gente que se hunde en un vaso de agua y otros salen a flote en la mayor de las marejadas; algunos son capaces de ver el lado bueno de la vida cuando todo les va mal; otros encuentran el motivo para protestar aun si todo les va bien; Lo cierto es que esos que llamamos "optimistas" son más felices que los demás... Y es solo cuestión de actitud. Pero ¿tanto nos cuesta? Llevamos ya varios años oyendo a diario lo mal que están las cosas, que el barco se hunde, que esta crisis no termina. ¡Y así no hay quien remonte el vuelo! Necesitamos gente positiva, gente con ímpetu, con ganas, con motivación. Necesito en mi mundo a gente que en una puerta cerrada vea una oportunidad; personas que buscan la salida del laberinto y no se obcecan en llorar dentro de él. Yo estoy un poco cansada de la gente negativa,  de los que consiguen el cariño de la gente a base de lágrimas, de la gente que no es capaz de responderte "estoy muy bien" con una gran sonrisa cuando sabes que la vida le sonríe; de hecho, me ofende que alguien que no tiene ningún problema real se queje. Lo siento, pero para mi no tiene derecho.... Quiero rodearme de personas que disfrutan de lo que tienen, que son capaces de ver lo bueno y no solo lo malo;

Quiero a mi lado gente que valora los esfuerzos de los demás; quiero que estén en mi vida aquéllos que son capaces de gritar a los 4 vientos que están orgullosos de mí.

Soy fiel defensora de la justicia; y creo que cada uno debe recoger aquello que siembra... No me trates igual que tratas a aquél que me hace daño, que no piensa en los demás, que no se esfuerza en mejorar. No desmotives a quien está haciendo las cosas bien. Centra tu empeño en hacer feliz a aquel que lo merece. Demuéstrame que estás a mi lado.

Yo siempre he sido una persona bastante positiva; he disfrutado de los  regalos que me ha dado la vida, y de los pequeños momentos de felicidad de cada día. Y eso, que siempre he tenido la sensación de que soy de esas personas a las que la vida le pone "escalones de más"... No estamos en nuestro mejor momento, es cierto, pero eso no me impide disfrutar de ese rayito de sol cada día. Lloro cada día por no poder estar más tiempo con mi hijo, pero nadie va a conseguir que yo no sea la persona más feliz del mundo cada minuto que estoy a su lado. Sufro porque económicamente estamos pasándolo muy mal; pero buscamos la manera de "disfrutar gratis". Tengo en mi mente proyectos que no sé si algún día podré llevarlos a cabo, pero los momentos que paso soñando con ellos me siento realmente especial.
Pero reconozco que hay algo que actúa como mi criptonita y hace tambalear todo mi castillo interior.  Es la decepción. El sentimiento de que tú has dado mucho más de lo que has recibido. Esa sensación de que alguien no está actuando como tú esperabas, o de que no están siendo claros o justos contigo hace aparecer las sombras sobre mi y me vuelvo negativa, débil y vulnerable..

Llevo unos dos años disfrutando de un importante proceso de conocimiento de mi misma. He aprendido a escucharme, a saber realmente lo que busco y lo que quiero; estoy encontrando mi camino, mi paz conmigo misma. Y eso me lleva a ver la vida con más serenidad y a tener más seguridad y confianza en mis pequeñas y grandes decisiones de cada día. Y yo decido ser valiente. Decido apostar por la buena gente, por la gente con un gran corazón; decido luchar por aquellos que ven el mundo como yo; por aquellos que valoran una buena actitud y son capaces de plantarle cara a los que lo hacen mal, que son capaces de plantarle cara a la vida. No quiero rodearme de gente que se queda a medias, gente que nada entre dos aguas, gente, en definitiva, cobarde...

Debemos aprender a caminar siempre hacia delante. La disciplina positiva con los niños es también aplicable a los adultos. No tengamos siempre el "no" o el "mal" en la boca. Démosle la vuelta. Digamos "sí" y "bien" y notaremos el cambio. Estoy convencida de que si nos levantamos y durante el día repetimos 20 veces "estoy triste" al final del día nos invadirá una profunda tristeza....  Seamos fuente de alegría para los de nuestro alrededor. O, cuando menos, no contribuyamos a su tristeza o malestar. Busquemos también rodearnos de gente que nos ayude a ello...

Tomemos partido en la vida. ¿quieres ser valiente conmigo?

2 comentarios:

  1. Probando, probando...
    Hola guapísima, soy Kuki (laura) a ver si esto funciona para poder comentarte en condiciones

    ResponderEliminar
  2. que bien escribes leñe!!!me encanta leerte mi niña linda. Map27

    ResponderEliminar