DÍAS, MESES, AÑOS....

En realidad el 31 es igual que el 30, o que el 23 o el 14. Y Diciembre es igual que noviembre o Junio o Febrero. Cualquier mes y cualquier día serían buenos para poner un punto y seguido, un punto y a parte, una coma o puntos suspensivos en tu vida. Y como cualquier día valdría, lo haré hoy. Pero lo haré hoy, y cada uno de los días que componen cada uno de los meses que se acercan...

Del año que se va, duro, difícil, injusto, sorprendente, retador, y fuente inagotable de aprendizaje, quiero elegir un momento. (a parte de las miles de miradas, abrazos, sonrisas, llantos, "te quiero", de mi pequeño milagro de la vida). Ese momento es un reencuentro. Un descubrir que hay ocasiones en las que cuando alguien entra en tu vida lo hace para siempre. Un recordar que hay amigas que son HERMANAS, un entender que hay lazos que nada ni nadie puede romper. Un reencuentro que hizo brillar mi alma de una forma que ni se imagina. Ni un reproche, ni una mala palabra, ni una mirada vacía... Kilos y kilos de complicidad. Mil gracias, por tu sencillez, tu cariño, tu inmensa generosidad, tu humildad, tu AMISTAD. Eres grande, muy grande, Eva. Gracias por ser parte de mi vida. Te quiero millones.

Al nuevo año no le pido nada. Me lo pido a mi. Quiero materializar todas esas lecciones aprendidas estos últimos meses. Tener fuerza, valor, firmeza, confianza. Creer aún más en mí y gritarlo al mundo. Hacer que los demás crean también en mi. Ser capaz, aprender a decir NO. Apartar de mi lado a las personas que me hacen daño. Ignorar todo aquello que no me llena ni me hace feliz. Y a quien no le guste que lo acepte o se vaya. Hacer entender a quienes me rodean que las cosas también se pueden hacer a mi manera. Que quiero palabras bonitas, y lindos gestos, que hay que aprender a resaltar lo bueno y dejar a un lado lo malo. Que quiero mi día a día llenito de cariño y amor. Quiero aprender que mi felicidad no descansa sobre los hombros de nadie. Que yo misma puedo conseguirlo. Quiero confiar de una vez en que las cosas vendrán cuando tengan que venir. Lo que tenga que ser será. Y va a ser porque yo me lo merezco. He sembrado y sembrado y sembrado y este año VOY A RECOGER. Ha llegado el momento de mi pequeña gran familia. El y yo y nuestro tesoro vamos a ser felices pase lo que pase y pese a quien le pese. Y sé que vamos a lograrlo, porque vamos a luchar por ello día a día. Nos mostraremos juntos el camino para ello.

En definitiva, quiero de ahora en adelante, Irradiar la suficiente luz para que los espejos de mi alrededor la reflejen y me iluminen.

A todos los amigos, familiares, conocidos,  compañeros que estamos en sintonía, me encantaría seguir contando con vosotros en este viaje.

A todos los que habéis contribuído a este aprendizaje, mil gracias. Nos veamos poco, mucho o tan solo a través de un ordenador, gracias.  Porque por vosotros este nuevo año se presenta lleno de retos, esperanzas y oportunidades para crecer.

Nos esperan 12 meses de camino que recorrer. A todos, feliz aprendizaje.